PIANO: Andrea Turini – VIOLIN: Joaquín Palomares – VIOLA: David Fons – VIOLONCELLO: David Apellániz

Esta agrupación camerística tan singular por su composición, está integrada por solistas de prestigio internacional, todos ellos laureados en concursos internacionales, unidos con el fin de proyectar una música de una calidad y exuberancia difícilmente encontrables en otro tipo de cuartetos.

Su extenso repertorio comprende a autores como Beethoven, Brahms, Mendelssohn, Mozart, Fauré, Saint-Saens, Casadessus, Malher, Schubert, Schumann, Strauss, etc.

Sus componentes han actuado en toda Europa, América y Asia ; participado en prestigiosos festivales como Tanglewood, Banf, Evian, Lyon, Granada, Málaga, Sanrtander, Santorini, etc.; actuado como solistas con las mejores orquestas españolas: ONE, Valencia, Sevilla, Oviedo, Castilla y León, Málaga, etc. y extranjeras: Nacional de Bélgica, Nacional de Flandres, London Philarmonia, Nacional de Bucarest; en salas del prestigio de la Filarmónica de Berlín, Roma, Cagliari, Parma, Hamburgo, Tel Aviv, Concert-Hus de Oslo, Concert-Haus de Viena, Palais de Beaux Arts de Bruselas, Auditorio Nacional, Palau de la Música, etc.; grabaciones para sellos discográficos como ASV (Reino Unido), Prodigital Records(USA), Dahiz Productions, Sony, Master Records, etc. El rotundo éxito obtenido en las últimas temporadas con la realización de la Integral de los Grandes Cuartetos Románticos en varios ciclos, además de sus frecuentes apariciones en salas de concierto, le ha valido a esta agrupación, ser reconocida y considerada como uno de los grupos camerísticos más sólidos y relevantes del país. Recientemente, han recibido grandes elogios de la crítica especializado por su CD con los Cuartetos de G. Fauré; entre sus proyectos más inmediatos, figura la grabación de la obra de Beethoven y Brahms en varios CDs.

“Del Romanticismo Germánico al Modernismo Francés“

PRIMERA PARTE

G. MAHLER (1860 – 1911)

Movimiento de cuarteto de piano G. Mahler (1876) (11’)
Nicht zu schnell. Entschlossen

R. SCHUMANN (1810 -1856)

Cuarteto para piano y cuerda Op. 47 en Mi bemol Mayor (1842) (27’)
Sostenuto assai- Allegro ma non troppo
Scherzo (Molto vivace)
Andante cantabile
Finale (Vivace)

SEGUNDA PARTE

G. FAURÉ (1845 – 1924)

Cuarteto para piano y cuerda nº 1 Op.15 en Do menor (30’)
Allegro molto moderato.
Scherzo: Allegro vivo.
Adagio.
Allegro molto.

Piano: ANDREA TURINI – Violín: JOAQUÍN PALOMARES – Viola: DAVID FONS – Violoncello: DAVID APELLÁNIZ

«Del Romanticismo Germánico al Modernismo Francés»

Bien puede decirse que Mozart se sacó de la chistera de su genio un nuevo modelo de formación camerística en el año 1785, el Cuarteto con piano. Su intención iba más allá de de la conjunción del piano y las cuerdas: el de esta formación es tratar de conseguir la síntesis de dos mundos expresivos y hasta cierto punto opuestos: el del dialogo dramático y virtuosístico del Concierto para piano, con el de la retrospección más íntima y concentrada del cuarteto de cuerdas. La férrea norma clásica se está abriendo y en el horizonte nuevas luces comienzan a despuntar- ese mismo año Schiller está escribiendo su Oda a la Alegría-. Muchas de las semillas lanzadas por Sturm und Drang, empiezan a desarrollarse y madurar. El “circulo romántico” de Heidelberg con Armin y Brentano a la cabeza, Novalis, Tieck y otros, polemizan con Voss y Goethe. La categoría cultural de lo popular comienza a consolidarse con evidencia indiscutible, y esa atracción hacia lo popular traerá como consecuencia una nueva consideración de la naturaleza como un todo único, en la que se incluye al hombre. El Romanticismo está irrumpiendo. El Romanticismo está servido. Y entre Schiller y Nietzsche, entre el final del clasicismo y el irrumpir de la modernidad, el modelo que se sacó de la chistera Mozart va a seguir extendiendo su vigencia apoyado en los pilares más contundentes del romanticismo que llena y desborda esa centuria: Beeethoven, Schubert, Mendelssohn, Schumann y Brahms.

Ejemplo de esa modernidad que aflorará en Europa la encontraremos en el gran compositor francés Gabriel Fauré.Su legado ha sido descrito como el enlace entre el final del Romanticismo con el Modernismo del segundo cuarto del siglo XX. Cuando nació, Frédéric Chopin aún componía, y en el momento de su fallecimiento, se escuchaban estilos como el jazz y la música atonal de la Segunda Escuela de Viena. El Grove Dictionary of Music and Musicians, que lo describe como el compositor más avanzado de su generación en Francia, indica que sus innovaciones armónicas y melódicas influyeron en la enseñanza de la armonía musical en generaciones venideras. Contrastando con el encanto de sus primeras obras, sus últimas composiciones, escritas cuando su sordera era cada vez mayor, son consideradas imprecisas y de carácter introvertido y, en otras ocasiones, agitadas y apasionadas.

Beethoven Klavier Quartett interpreta Fauré